“yo nunca he tenido amigos desde que tengo memoria, no sé bien lo
que son… pero… aún así, Shadow es el primero que me trata como alguien igual a
los demás” pensé en voz alta
El día siguiente no hice nada productivo en casi todo el día,
aparte de mendigar, siempre cubierta, por algunas monedas y comprarme algo para
comer. Ya llegada la noche, las estrellas comenzaban a salir tenuemente en el
cielo obscuro y opaco mientras que la luna brillaba con energía, bañándolo todo
de un plateado muy hermoso, aunque no hubiera ni una sola alma para apreciarlo.
Hacía un clima agradable y cálido, así que busqué un lugar para
dormir cerca del suelo. Las ramas de un árbol hacían un perfecto hueco en el
centro, me subí y confirmé lo acogedor que era. Comencé a cabecear y-
Shadow: Oye!
Tais: Woooah – Del susto caí del árbol pero mis rápidos reflejos
heredados me permitieron caer doblando las rodillas, amortiguando la caída.
Me quité el polvo y hojas de la ropa
Shadow: …Vas a venir a dormir conmigo y unos amigos
Tais: Está bi- espera ¿!QUÉ!?
Shadow: Lo que escuchaste – Un escalofrió recorrió mi espina
dorsal… ¿La casa de un chico que apenas conocía?... ¿y sus amigos?
¿¡CHICOS!? ¿Y si era una trampa? Si él
era uno de ell-
Shadow: Vas a venir o qué
Ese comentario que quitó de mis pensamientos… no sabía por qué…
pero sentía que podía confiar en él
Tais: …No me traiciones… o lo paga-
Shadow: Sí, sí lo que tu digas – hiso un ademan con la mano como
diciendo “no me interesa”. Fruncí el seño pero aún así lo seguí
Caminamos sin decir una palabra, para mí, el espacio de volvía
tenso e incomodo, y podía ver que para él también por la manera en que movía
los hombros y miraba las vitrinas cerradas y los callejones obscuros
Shadow: Así que… ¿de dónde vienes?
Tais: … ah ¿qué? – lo miré estúpidamente por el repentino
rompimiento del silencio
Shadow: Que no eres de por aquí…
Tais: … Vengo de África… ya sabes… mano de obra barata… inmigrantes
ilegales
Shadow: Así que ¿vinieron aquí a buscar trabajo?
Tais: Nos obligaron… pero eso es otra historia… la cosa es que
logré escapar… aunque hubiera sido mejor si no – Susurré lo ultimo y él no dio
ninguna señal de haberlo oído, bien.
Tais: Y ¿Cuál es tu historia?
Shadow: Soy la forma de vida perfecta
Tais: Hay sí ajá - Dije con la voz más sarcástica que tenía
Shadow: Si no me crees, allá tu….
En ese momento recordé esa noticia que había leído en un periódico
que se atascó en una rama, carca de donde estaba descansando
Tais: Espera ¿tú eras el proyecto sombra?
Shadow: Sí
Tais: Pero… ¿qué pasó, porqué estas en la tierra y no en el
espacio?
Shadow: … - La respuesta nunca vino, cada vez me intrigaba más ese
erizo que acababa de conocer el día anterior
Elevé la vista hacia el inmenso edificio forrado con gigantescos
paneles de vidrio que brillaban con la luz de la luna, era muy hermoso.
Él abrió una de las dos grandes puertas de vidrio y esperó hasta
que yo entrara
Tais: … no soy tan débil ¿sabes? – Pero aún así estaba cansada, no
quería hacer esfuerzos innecesarios.
Me sorprendió no ver ningún guardia en la recepción
Tais: ¿Porqué no hay guardias?
Shadow: digamos que… no se atreverían a robar con inquilinos como
nosotros
Oh… que bien, ahora me quedaría a dormir en la casa de unos chicos
que no conocía Y que eran peligrosos, genial, bien hecho.
Subimos en el ascensor hasta llagar al piso nueve, al abrirse la
puerta se veía un pasillo de paredes amarillo pastel y varias puertas blancas.
Él puso la llave en una de ellas, la del 902 y esta se abrió, él entró y antes
de entrar yo, me coloqué mi capucha y él me jaló impacientemente para que
entrara de una vez por todas. Al estar ya adentro, lo primero que noté fue la
gigante sala de estar a mi derecha, que, a pesar que estar llena de muebles,
todavía que veía vacía. Tenía un gran ventanal al fondo, opuesto a la
televisión encendida.
A mi izquierda una mesa grande y sillas alrededor de esta, en
medio de la mesa (que suponía sería el comedor) y la sala de estar, un pasillo
con 6 puertas, supuse que 2 eran baños y las demás habitaciones
Luego de ver la estructura, noté a tres chicos, todos sentados en
el gran sofá cama, que aún tenía espacio para uno más. Todos estaban jugando a
un videojuego de carreras con controles inalámbricos.
El Echidna volteó la mirada hacia nosotros, me miró de arriba hacia abajo y
volvió enseguida a su juego
¿?: ¿Más mujeres a casa Shadow?
Tais: … ¿más? – Sentí un calor intenso en la cara, cubierta por el
polerón
Shadow: El rojo es Knuckles, el azul Sonic y el cabeza de
marihuana es Silver
Alguien de los tres le puso pausa al juego, al parecer el “cabeza
de marihuana” ya que los otros dos dejaron salir quejas y sonidos me molestia
hacia el erizo blanco, quien se puso de pie y caminó en mi dirección. Dio una
leve reverencia y me tomó la mano para besarla, esperaba que nadie más hiciera
eso o de lo contrario terminaría en el suelo, roja como un tomate.
Se levantó y le dio una mirada divertida a Shadow antes de mirarme
de nuevo.
Silver: Como ya fui introducido, me interesaría saber el nombre de
esta bella dama. – Volvió a ver a Shadow, aunque yo no desviara la mirada de él
Tais: Tais th-… Tais
Sonic: ¿Tais cuanto? –Se volvió en el sofá para mirarme con la
cabeza ligeramente ladeada
Tais: ¿Por qué te importaría?
Sonic: Aw ¡vamos! No seas así – Casi sin darme cuenta, se paró del
sillón y corrió en mi dirección, no me dio tiempo para reaccionar cuando pasó
detrás
de mí y me bajó la capucha hacia atrás, mis pupilas se dilataron y
me cubrí la cara con las manos
Silver: ¡¡UN GUEPARDO!! ¡Hay que llamar a la policía! – fue hacia
el teléfono pero antes de que pudiera levantar el micrófono, Shadow lo detuvo, sosteniéndolo
por la mano… ¿¿¿dónde había quedado ese caballero que había conocido hace dos
segundos???
Shadow lo miró con seriedad y luego abrió más un ojo que el otro
Silver: P-pero Shadow
Shadow: No te harás el héroe ahora
Silver: … aún así, la estaré vigilando – Mi miró y luego
entrecerró los ojos un poco antes de irse a uno de los cuartos y cerrar la
puerta rápidamente
Sonic y Knuckles volvieron al videojuego, des pausando con el
control de Silver y dejándolo de lado
Knuckles: Si quieres después te gano a ti Shadow
Shadow: Claro – Luego de eso, lo seguí hasta una de las
habitaciones, en el interior había un armario grande y una mesita de noche al
lado de una cama, en la muralla al lado de la cama, una ventana con vista a los
edificios, no era muy linda la vista pero en ese momento no me importó
Shadow: Dormirás aquí - Se dio vuelta para irse y tomó el pomo de
la puerta
Tais: gracias… y otra cosa, ¿por qué me ayudas? – Sin siquiera
mirar hacia atrás, cerró la puerta tras de sí
Me quedé pensando unos momentos sobre lo ocurrido pero el
cansancio borró casi todo el rastro de dudas en mi mente, me recosté en la
cama, tan suave, tan cómoda, no recordaba la última vez que había dormido en
una de ellas. Coloqué mis manos detrás de la cabeza para levantarla un poco y
ver el techo, luego volteé para ver por la ventana. La luna y las estrellas tenían
un brillo más intenso que la primera vez que las vi, me preguntaba por qué…
debía ser por la hora
Luego de ver la luna y las estrellas un largo tiempo, me quedé
dormida con aquella imagen en mi cabeza