domingo, 4 de noviembre de 2012

2. Amigos?

“yo nunca he tenido amigos desde que tengo memoria, no sé bien lo que son… pero… aún así, Shadow es el primero que me trata como alguien igual a los demás” pensé en voz alta

El día siguiente no hice nada productivo en casi todo el día, aparte de mendigar, siempre cubierta, por algunas monedas y comprarme algo para comer. Ya llegada la noche, las estrellas comenzaban a salir tenuemente en el cielo obscuro y opaco mientras que la luna brillaba con energía, bañándolo todo de un plateado muy hermoso, aunque no hubiera ni una sola alma para apreciarlo.
Hacía un clima agradable y cálido, así que busqué un lugar para dormir cerca del suelo. Las ramas de un árbol hacían un perfecto hueco en el centro, me subí y confirmé lo acogedor que era. Comencé a cabecear y-

Shadow: Oye!

Tais: Woooah – Del susto caí del árbol pero mis rápidos reflejos heredados me permitieron caer doblando las rodillas, amortiguando la caída.
Me quité el polvo y hojas de la ropa

Shadow: …Vas a venir a dormir conmigo y unos amigos

Tais: Está bi- espera ¿!QUÉ!?

Shadow: Lo que escuchaste – Un escalofrió recorrió mi espina dorsal… ¿La casa de un chico que apenas conocía?... ¿y sus amigos? ¿¡CHICOS!?  ¿Y si era una trampa? Si él era uno de ell-

Shadow: Vas a venir o qué

Ese comentario que quitó de mis pensamientos… no sabía por qué… pero sentía que podía confiar en él

Tais: …No me traiciones… o lo paga-
Shadow: Sí, sí lo que tu digas – hiso un ademan con la mano como diciendo “no me interesa”. Fruncí el seño pero aún así lo seguí

Caminamos sin decir una palabra, para mí, el espacio de volvía tenso e incomodo, y podía ver que para él también por la manera en que movía los hombros y miraba las vitrinas cerradas y los callejones obscuros

Shadow: Así que… ¿de dónde vienes?
Tais: … ah ¿qué? – lo miré estúpidamente por el repentino rompimiento del silencio
Shadow: Que no eres de por aquí…
Tais: … Vengo de África… ya sabes… mano de obra barata… inmigrantes ilegales
Shadow: Así que ¿vinieron aquí a buscar trabajo?
Tais: Nos obligaron… pero eso es otra historia… la cosa es que logré escapar… aunque hubiera sido mejor si no – Susurré lo ultimo y él no dio ninguna señal de haberlo oído, bien.

Tais: Y ¿Cuál es tu historia?
Shadow: Soy la forma de vida perfecta
Tais: Hay sí ajá - Dije con la voz más sarcástica que tenía
Shadow: Si no me crees, allá tu….

En ese momento recordé esa noticia que había leído en un periódico que se atascó en una rama, carca de donde estaba descansando

Tais: Espera ¿tú eras el proyecto sombra?
Shadow: Sí
Tais: Pero… ¿qué pasó, porqué estas en la tierra y no en el espacio?

Shadow: … - La respuesta nunca vino, cada vez me intrigaba más ese erizo que acababa de conocer el día anterior
Elevé la vista hacia el inmenso edificio forrado con gigantescos paneles de vidrio que brillaban con la luz de la luna, era muy hermoso.
Él abrió una de las dos grandes puertas de vidrio y esperó hasta que yo entrara

Tais: … no soy tan débil ¿sabes? – Pero aún así estaba cansada, no quería hacer esfuerzos innecesarios.
Me sorprendió no ver ningún guardia en la recepción
Tais: ¿Porqué no hay guardias?
Shadow: digamos que… no se atreverían a robar con inquilinos como nosotros

Oh… que bien, ahora me quedaría a dormir en la casa de unos chicos que no conocía Y que eran peligrosos, genial, bien hecho.

Subimos en el ascensor hasta llagar al piso nueve, al abrirse la puerta se veía un pasillo de paredes amarillo pastel y varias puertas blancas. Él puso la llave en una de ellas, la del 902 y esta se abrió, él entró y antes de entrar yo, me coloqué mi capucha y él me jaló impacientemente para que entrara de una vez por todas. Al estar ya adentro, lo primero que noté fue la gigante sala de estar a mi derecha, que, a pesar que estar llena de muebles, todavía que veía vacía. Tenía un gran ventanal al fondo, opuesto a la televisión encendida.
A mi izquierda una mesa grande y sillas alrededor de esta, en medio de la mesa (que suponía sería el comedor) y la sala de estar, un pasillo con 6 puertas, supuse que 2 eran baños y las demás habitaciones

Luego de ver la estructura, noté a tres chicos, todos sentados en el gran sofá cama, que aún tenía espacio para uno más. Todos estaban jugando a un videojuego de carreras  con controles inalámbricos. El Echidna volteó la mirada hacia nosotros, me miró de arriba hacia abajo y volvió enseguida a su juego

¿?: ¿Más mujeres a casa Shadow?

Tais: … ¿más? – Sentí un calor intenso en la cara, cubierta por el polerón
Shadow: El rojo es Knuckles, el azul Sonic y el cabeza de marihuana es Silver

Alguien de los tres le puso pausa al juego, al parecer el “cabeza de marihuana” ya que los otros dos dejaron salir quejas y sonidos me molestia hacia el erizo blanco, quien se puso de pie y caminó en mi dirección. Dio una leve reverencia y me tomó la mano para besarla, esperaba que nadie más hiciera eso o de lo contrario terminaría en el suelo, roja como un tomate.
Se levantó y le dio una mirada divertida a Shadow antes de mirarme de nuevo.

Silver: Como ya fui introducido, me interesaría saber el nombre de esta bella dama. – Volvió a ver a Shadow, aunque yo no desviara la mirada de él

Tais: Tais th-… Tais
Sonic: ¿Tais cuanto? –Se volvió en el sofá para mirarme con la cabeza ligeramente ladeada

Tais: ¿Por qué te importaría?  

Sonic: Aw ¡vamos! No seas así – Casi sin darme cuenta, se paró del sillón y corrió en mi dirección, no me dio tiempo para reaccionar cuando pasó detrás
de mí y me bajó la capucha hacia atrás, mis pupilas se dilataron y me cubrí la cara con las manos

Silver: ¡¡UN GUEPARDO!! ¡Hay que llamar a la policía! – fue hacia el teléfono pero antes de que pudiera levantar el micrófono, Shadow lo detuvo, sosteniéndolo por la mano… ¿¿¿dónde había quedado ese caballero que había conocido hace dos segundos???
Shadow lo miró con seriedad y luego abrió más un ojo que el otro

Silver: P-pero Shadow

Shadow: No te harás el héroe ahora

Silver: … aún así, la estaré vigilando – Mi miró y luego entrecerró los ojos un poco antes de irse a uno de los cuartos y cerrar la puerta rápidamente

Sonic y Knuckles volvieron al videojuego, des pausando con el control de Silver y dejándolo de lado

Knuckles: Si quieres después te gano a ti Shadow

Shadow: Claro – Luego de eso, lo seguí hasta una de las habitaciones, en el interior había un armario grande y una mesita de noche al lado de una cama, en la muralla al lado de la cama, una ventana con vista a los edificios, no era muy linda la vista pero en ese momento no me importó

Shadow: Dormirás aquí - Se dio vuelta para irse y tomó el pomo de la puerta

Tais: gracias… y otra cosa, ¿por qué me ayudas? – Sin siquiera mirar hacia atrás, cerró la puerta tras de sí

Me quedé pensando unos momentos sobre lo ocurrido pero el cansancio borró casi todo el rastro de dudas en mi mente, me recosté en la cama, tan suave, tan cómoda, no recordaba la última vez que había dormido en una de ellas. Coloqué mis manos detrás de la cabeza para levantarla un poco y ver el techo, luego volteé para ver por la ventana. La luna y las estrellas tenían un brillo más intenso que la primera vez que las vi, me preguntaba por qué… debía ser por la hora

Luego de ver la luna y las estrellas un largo tiempo, me quedé dormida con aquella imagen en mi cabeza

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